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Luego de 3 meses en Isla Holbox, a veces me siento, cerro los ojos, pienso en todo eso y me pregunto si tome la decisión correcta. En general, no tengo planes, fluyo con lo que viene y veo qué pasa; funciona todo bien así desde hace algunos años y no tengo razones para dudarlo ahora. Sin embargo, planificamos venir a vivir en la isla y ahora, a pesar de que me encanta vivir en la playa, hay momentos en que no estoy segura de lo que quiero. Y de repente, me acuerdo…
Holbox – se pronuncia ‘Hol-bosh,’ significa ‘Oyo Negro’ en Maya – es una pequeña isla a la punta nordeste de la Península de Yucatán, México. Mide 42 kms de largo por tan solo 1,5 kms de ancho y el único pueblo (que también se llama Holbox) es 3 kms de largo. Todo el mundo vive ahí (2.000 personas, turistas no incluidos) y acá, está todo: hoteles, Posadas, tiendas, restaurantes, bares, la vida de día, la vida nocturna, mercados, todo. En las afueras, la isla es puro manglar, un refugio para todo tipo de aves, hogar de los famingos, garza y fregatas, donde los cocodrilos viven tranquilamente en su lado de la isla, donde las tortugas vienen a poner sus huevos, donde el tiburón ballena viene a comer y descansar entre mayo y septiembre. La mayoría de la isla es virgen y da para relajarse, tomarsela tranquilo, acostarse en la playa, escuchar las olas, comer platillos de mariscos a chuparse los dedos, dejando todos sus preocupaciones atrás. Las calles son de arena, no hay autos exceptos los carritos de golf que sirven como taxis. Acá, uno camina o utilisa una bici y disfruta. ¡Están en el paraíso!
Hoy en día, encontrar alojamiento a largo plazo se ha vuelto un problema muy importante. La gente que tiene cuartos para rentar prefiere rentarlos al día que al mes y mucha gente se ve obligada a mudarse afuera de la isla, cruzando para venir a trabajar. Se ha puesto muy mal. Entonces, cuando decidimos por venir a vivir acá, nos fue bien de haber pensado en construir un tapanco arriba del bar donde ibamos a trabajar: sirve de almacen como de cuarto de emergencia. Estilo Robinson Crusoe: sin baño, sin cocina y poca electricidad. ¡El lugar perfecto! La vida perfecta en la isla! Nos encanta!
Me duermo y me despierto con el sonido de las olas, me siento en la arena para meditar unos minutos y empezar mi día sonriendo, feliz, relajada y pausada. Se siente perfecto. En las mañanas, vendo jugos detox en la playa; en la tarde, vendemos Pox, Mezcal, Tequila y coctéles. Especializamos en licores méxicanas y somos felices de compartir información sobre estos sabrosos destilados con los que vienen a sentarse con nosotros. Parte del restaurante de nuestro amigo, la palapa del bar está en la mera orilla del mar, frente al oeste y da para unas hermosas, impresionantes y fabulosas vistas al atardecer todas las tardes.
Vivo en la playa, me despierto tranquila a la hora que quiera, soy mi propia jefe, trabajo con el hombre de mi vida, vivo sencillamente, me echo un chapuzón en el mar cuando quiera, cuido mi planeta haciendo lo menos basura posible, disfruto de la companía de la gente que está disfrutando sus vacaciones en el paraíso también. No gano mucho dinero pero es suficiente para comer, pedir un helado de vez en cuando, salir con mi esposo de cena romántica o de actividades – en marzo, nos fuimos a bucear en Cozumel y ¡sólo gastamos lo que habíamos ganado al bar y algo de propina! La vida no podría ser más bonita!
Entonces, ¿porqué tanta nostalgia ahora?
Pase algo como 80% de mi tiempo viajando durante los 7 últimos años, visitando, caminando, descubriendo, haciendo algo diferente todos los días, sin trabajar más de 6 meses en el mismo lugar, salvo por aquel año y medio en Francia. Creo que solamente me hace falta lo desconocido, lo imprevisto. Puede ser que sea porque no se venden tan bien los jugos detox ahora a pesar de sus calidades nutritivas y deliciosas. A la gente siempre le gusta más el alcohol, entonces, ¡claro, está más interesada en nuestros productos de la tarde! Así que me siento un poco desanimada y descorazonada. Pues, no ayuda para hacerme completamente feliz.
¿Cómo lo soluciono?
En la isla, se puede hacer una gran variedad de actividades, debería poder alzar mi moral saliendo del bar más enseguida. Tal vez, debería tomar aquella clase de kite-surfing con cual estuve soñando desde hace un rato ya, tal vez debería irme con nuestros amigos guías al tur de las 3 islas y visitar Isla Pájaros, Yalahau e Isla Pasión – es el tur básico que se hace acá y ¡todavía no he ido! -, tal vez debería despertarme en medio de la noche, irme en algun lugar remoto de la isla donde no hay luz artificial, tirarme al agua para prender el planctón y ¡ver el espectáculo natural de bioluminescencia del cual todo el mundo habla acá! Tal vez debería subirme a un paddle board e irme de paseo bajo el sol durante una hora, o irme de kayak alrededor de la parte oeste de la isla. Tal vez, debería irme de cabalgata a la orilla del mar hasta Punta Cocos y entrenar más enseguida para nuestra próxima ascención del Mt Blanc (¡oh si, intentamos de nuevo!) caminando en el agua hacia Punta Mosquito… Me parece que no le he dado a Holbox toda la atención que se merece. ¡Y mejor que lo haga ahora antes de que me vaya a Francia para el verano!
A veces, vivir el sueño no es tan fácil como uno piensa; es fácil olvidar que eso también necesita que se cultive para crecer como algo luminoso, gratificante y lleno de alegría. ¡Vamos, entonces!
¿Cómo curan sus momentos de nostalgia?
[English]
After 3 months on Holbox island, I sometimes sit, close my eyes, think about it all and ask myself if I made the right decision. Usually, my plan is to not have any, go with the flow and see what happens; it’s been going great for years this way and I have no reason to doubt it now. However, coming and living on the island was planned and, although I just love living on the beach, there are moments when I’m suddenly not sure of wanting to be here anymore. Then, I remember…
Holbox – pronounce ‘Hole-bosh,’ meaning ‘Black Hole’ in Maya – is a small island situated at the north-eastern tip of the Yucatan Peninsula, Mexico. It is 26 miles long and 0.9 miles wide, and its unique village (also called Holbox) is a mere 1.8 miles long. Everybody lives there (2,000 souls, tourists not included) and that’s where everything is: restaurants, hotels, hostels, Posadas, bars, shops, day life, nightlife, markets, everything. Outside of this, the island is pure mangrove, a haven for birds of all kinds, home to flamingos, herons and frigate birds, where crocodiles live in peace on their side of the island, where turtles come and lay their eggs, where whale sharks come eat and rest between mid-May and mid-September. The island is mostly virgin and calls for relaxing, taking it easy, laying on the beach, listening to the waves, eating finger-licking seafood platters and not having a care in the world. The streets are made of sand, there are no cars except for the few golf carts used as taxis. Here, you walk, you bike and you enjoy. You’re in paradise!
Nowadays, finding accommodation on a long-term basis has gotten almost impossible. Locals who own rooms would rather rent them daily than monthly now and lots of people are compelled to move out of the island, crossing over for work. It’s getting out of hand. So when we decided to move in, we were lucky to have built an attic over what would be the bar we’d be working at; it would serve as storage and sleeping crash pad. Robinson Crusoe style: no bathroom, no kitchen, hardly electricity. The perfect spot! The perfect life on an island! We love it!
I fall asleep and wake up to the sound of the waves, I sit in the sand and meditate for a few minutes so I can start my day on a smiling, happy, relaxed and posed note. It feels perfect. In the morning, I sell detox juices right there on the beach; in the afternoon, we sell Pox, Mezcal, Tequila and cocktails. We are specialized in Mexican liccors and are happy to spread knowledge about the flavorful liquids to those coming and sitting with us. Part of our friend’s restaurant, the bar beach hut is ideally located right on the shore and faces due west, which makes for breath-taking, fabulously gorgeous sunset views every evening.
I live on the beach, I wake up easily at the hour that best suits me, I’m my own boss, I work with the man of my life, I live simply, I dive in the sea whenever I feel like it, I take care of my planet making as little trash as possible, I enjoy everyone’s company as they’re enjoying themselves discovering that little piece of paradise too. I may not earn a lot of money, but that’s enough for me to eat, have an ice-cream once in a while, go out with my husband on romantic dinners or outings – we went diving on Cozumel island last March, and we didn’t spend a dime that wasn’t coming from what we’d just earned and tips! Life couldn’t be more beautiful.
So why do I feel nostalgic sometimes?
I’ve been on the road for 80% of the time during the past 7 years, traveling, hiking, sightseeing, doing something different everyday, not working in the same place for more than 6 months in a row, except for that year and ½ in France. I think I just miss the uncertainty, the feeling of discovery. Maybe it also comes from the fact that detox juices are not selling as well as I thought in spite of their being delicious and nutritive. People just like alcohol better so, yes, they are more and more interested in our afternoon products! So I might just be feeling a little dispirited and disheartened these days and that doesn’t make for a completely happy me.
How do I solve this?
The island offering a wide range of great activities, I should be able to boost my morale by getting out of the bar more often. Maybe I should take that kite-surfing class I’ve been dreaming of, maybe I should get on a tour with our guide friends and visit Bird Island, Yalahau and Passion Island – it’s the most basic tour offered here and I haven’t been on it yet! –, maybe I should try and wake up in the middle of the night, get to a remote part of the island where there’s no artificial light, dive into the water to light up plankton and witness the famous bioluminescence natural phenomenon everybody talks about here! Maybe I should hop on a paddle board and have fun in the sun for an hour or get into a kayak and circle around the western part of the island. Maybe I should go horseback riding to Punta Cocos and train more often for our next attempt at summiting Mt Blanc (yes, we’re trying again!) by walking in shin- to knee-high waters towards Punta Mosquito… I guess I haven’t given Holbox the full attention it deserves. And I better do so now, before I head back to France for the summer!
Living the dream is sometimes not as easy as one would think; it’s easy to forget that it, too, needs to be nurtured to grow into something bright, fulfilling and joyful. Let’s do this, then!
How do you cure your bouts of nostalgia?
[Français]
Après 3 mois sur l’île de Holbox, parfois, je m’assois, je ferme les yeux, je repense à tout ça et je me demande si j’ai pris la bonne décision. D’habitude, je marche à l’instinct, je vais là où le vent me porte et vois ce que ça donne; ça marche très bien depuis des années et je n’ai aucune raison de douter aujourd’hui. Cependant, on a planifié notre venue et le fait de vivre sur l’île et même si j’adore vivre à la plage, il y a des moments où je ne suis plus sûre de vouloir être ici. Et puis, je me souviens…
Holbox – prononcez ‘Hol-bosh,’ cela signifie ‘Trou Noir’ en Maya – est une petite île au bout nord-est de la Péninsule du Yucatan au Mexique. Elle mesure 42 kms de long pour 1 petit kilomètre et demi de large et son unique village (qui s’appelle aussi Holbox) ne mesure que 3 kms de long. Tout le monde vit au village (2.000 âmes, sans compter les touristes) et c’est là que tout se passe: hôtels, posadas, restaurants, bars, boutiques, la vie diurne comme la vie nocturne, marchés, tout est là. En dehors, l’île est recouverte de mangroves, un refuge pour les oiseaux – flamants roses, hérons et frégates y ont élu domicile -, les crocodiles vivent tranquillement de leur côté de l’île, les tortues viennent y pondre leurs œufs et le requin baleine vient y manger et se reposer entre la mi-mai et la mi-septembre. L’île est majoritairement vierge et appelle à se relaxer, prendre les choses tranquillement, s’allonger sur la plage, écouter le bruit des vagues, déguster des bons petits plats de fruits de mer à s’en lécher les babines et laisser ses préoccupations loin de ses pensées. Les rues sont de sable, il n’y a pas de voiture sauf les voiturettes de golf. Ici, on marche, on se promène à vélo et on profite. Vous êtes au paradis!
Aujourd’hui, trouver un logement à long terme est devenu presque mission impossible. Ceux qui ont des chambres à louer préfèrent les louer à la journée qu’au mois, ce qui force beaucoup de gens à s’en aller et à devoir traverser la lagune pour venir travailler. C’est devenu très compliqué. Alors, quand on a décidé de venir vivre ici, on s’est dit qu’on avait bien fait de faire construire un petit grenier au-dessus du bar où on allait travailler; cela nous sert de rangement comme de chambre d’urgence. Style Robinson Crusoe: pas de toilettes, pas de cuisine et très peu d’électricité. Le spot parfait! La vie parfaite sur une île! On adore!
Je me couche et me réveille au son des vagues, je m’assois dans le sable et médite quelques minutes pour commencer ma journée sur une note positive, souriante, relax et posée. Tout est parfait. Le matin, je vends des jus de fruits détox sur la plage; l’après-midi, on vend duPox, du Mezcal, de la Tequila et des cocktails. On est spécialisés dans les liqueurs mexicaines et on est heureux de partager leurs saveurs auprès de ceux qui viennent nous rendre visite et boire un coup avec nous. Partie du restaurant de notre ami, la paillote du bar est idéalement située en bord de plage, plein ouest, parfait pour profiter des couchers de soleils fabuleusement beaux et à couper le souffle auquels on a droit toutes les fins d’après-midi.
Je vis à la plage, je me réveille facilement à l’heure qui me convient le mieux, je suis mon propre patron, je travaille avec l’homme de ma vie, je vis simplement, je me jette à l’eau dès que l’envie me prend, je protège ma planète en faisant le moins de déchet possible, je profite de la compagnie de tous ceux qui viennent s’asseoir avec nous tout en profitant de ce petit coin de paradis aussi. Je ne gagne peut-être pas beaucoup d’argent mais ça suffit pour manger, pour déguster une glace de temps en temps et sortir avec mon petit mari pour un dîner en amoureux ou faire des activités à 2 – on est allés plonger à Cozumel en mars et on a uniquement dépenser des sous que l’on venait de gagner ou les pourboires! La vie ne pourrait être plus belle!
Pourquoi alors, ce sentiment de nostalgie quelques fois?
J’ai passé plus de 80% de mon temps sur la route ces 7 dernières années, à voyager, à marcher, à visiter, à faire chaque jour quelque chose de différent, sans travailler plus de 6 mois au même endroit excepté pendant cette année et demi en France. Je crois qu’il me manque ce sentiment d’inattendu parfois. Peut-être cela vient-il du fait que les jus de fruits détox ne se vendent pas aussi bien que je pensais, malgré leur qualité nutritive et savoureuse. Les gens préfèrent l’alcool alors ils sont forcément plus intéressés par nos produits de l’après-midi! En fait, je me sens découragée et démoralisée, ce qui n’aide pas à me sentir complètement heureuse.
Comment résoudre le problème?
L’île offrant une grande variété d’activités, je devrais pouvoir booster mon moral en sortant un peu plus souvent du bar. Peut-être devrais-je prendre ce cours de kite-surfing dont je rêve depuis longtemps, peut-être devrais-je aller en balade avec nos copains guides et visiter l’Île aux Oiseaux, Yalahau et l’Île de la Passion – c’est le tour basique que l’on peut faire ici et je n’y suis toujours pas allée! -, peut-être devrais-je essayer de me réveiller en pleine nuit et aller dans un coin de l’île sans lumière artificielle, me jeter à l’eau et voir s’allumer le plancton pour assister au spectacle naturel de bioluminescence dont tout le monde parle ici! Peut-être devrais-je grimper sur un paddle board et partir à l’aventure sous le soleil pendant 1h ou partir en kayak et faire le tour de l’île par l’ouest. Peut-être devrais-je faire une balade à cheval le long de la plage jusqu’à Punta Cocos et m’entraîner plus souvent pour notre prochaine ascension du Mt Blanc (oui, on retente!) en marchant dans l’eau jusqu’aux genoux vers Punta Mosquito… Je crois n’avoir pas donné à Holbox toute mon attention. Et je ferais mieux de le faire tout de suite avant de partir passer l’été en France!
Parfois, vivre son rêve n’est pas aussi simple qu’on croit; c’est facile d’oublier que vivre son rêve, c’est l’encourager et le soutenir régulièrement pour qu’il devienne brillant, gratifiant et rempli de joie. Allons-y, alors!
Comment soignez-vous vos coups de blues?
Ce que tu appelles un coup de blues, je le vois plutôt comme une façon de faire le point. Un bilan des derniers mois. Tu l’as bien dit, tu as l’habitude de bouger énormément. Peut-être que ce que tu ressens n’est que le vertige de l’immobilité ? T’ « arrêter » à Holbox est une situation exceptionnelle qui appelle à réflexion. Envisages-tu vraiment d’y rester pour toujours ? Pour l’heure, profite de l’instant. Holbox est peut-être une étape comme une autre ? Tu as quelque chose qui n’est pas donné à tout le monde et ce n’est pas le fait de te réveiller tous les jours au paradis. C’est la chance de pouvoir faire des choix. Et je suis sûre qu’il te reste encore des mois merveilleux à vivre sur l’île. Si je pouvais seulement venir goûter à vous jus de fruits… 😉 Je serais déjà là!
Tes mots me font du bien. Et c’est vrai que Holbox n’est qu’une étape, un projet sur 6 mois d’abord, pour voir.
Peut-être un jour, un petit terrain et une maison minuscule pour y avoir un pied-à-terre 😉
Mais il y a encore tant d’autres aventures à vivre que je préfère parfois penser à elles…
Les jus de fruits, je peux les faire n’importe où! Ce sera avec plaisir le jour où on se voit, ici ou là-bas!
Tu as raison, il est important de pouvoir avoir toujours un pied ici et l’autre là bas 😉 Pour les jus, super! J’ai ramené un juicer acquis d’occasion au Kenya 😋
Parfait! Reste plus qu’à s’organiser un moment!
Nice thoughts and descriptions Juls. You’re living the life many people in the Western world dream of. (Not everyone though, not me.) I guess you’re a traveller at heart and you instinctively need to be moving on. A few weeks back in France and you’ll be gagging to move on again 🙂
Indeed not everyone’s heart is filled with wanderlust. I have a friend who’s very proud of my way of life but wouldn’t dream of it, ever!
(And vice versa!)
This way, there’s a little bit of everything for everyone! 😉
It does sound like paradise! It reminds me of all the times I fulfilled my dreams (moving to Paris, Nice, Crete, etc… then working as a flight attendant 3 different times…) and I got a bit bored. Or not bored, coz I loved every moment, but I started thinking of the next dream to fulfill and my foot was already out the door… and leaving became a habit… searching for the next thing an addiction. Now, afterwards, I’m so happy I did all those things. I think go with the flow is the best thing to do. There’s a time for everything and you’ll know when your time is up. And it’s ok to change your mind and move on. Or to stay put if you feel your roots growing! 😊
Thanks, darling. You found the words to put a smile on my face, the words that explain my frame of mind. I love moving and seeing different places; I love coming back too.
I believe we still much to see, friends to meet up with and others to actually meet.
I’m working in being more patient but sometimes the flow doesn’t go at my pace! Ahahaha
I’m happy with every experience and every stop I made along the way, but I’m also eager to see what comes next.
I need to do more meditating to stay in the present moment and reign my impatience in 😉
We’re so alike! ☺️
Again: when and where do we meet up? 😊😊😊
I hope we will!!! ☺️ Seriously! This year I won’t be traveling much though, I’m not ready to reveal the reason why quite yet but soon enough… 😉
Oh oh ok, it must be a good reason to make you stop traveling 😉 my lips are sealed!
Scandinavia is our wish list but I don’t know for when yet…. we’ll find a moment! Opportunities are aplenty!
Take care! Xoxoxo
💜 You too, take care!!! (It was SNOWING here today… aaargh. The seasons have gone crazy. I can only imagine how cold your poor hubby would be if you visited with this « spring » weather!)
Noooo snow now???!!! Well, we’ll enjoy the sea for you then! And we’ll only come and visit in the summer! 😉
As Steve says, « I am the joy in change and movement. » That is what is dynamic about life, I guess. When things don’t seem to be changing and moving, you can get nostalgic for more interesting times. Look closer, though. Change and movement are everywhere.
Thanks for your words, Priscilla. Walking in the water has helped me a lot lately and changing our schedule at the bar too. Friends coming for a visit soon will give me a respite and another breath of fresh air.
I don’t want to complain about living in paradise! 😉
Un coup de blues….?!!! Profites pleinement de ce qui t’entoure, tu en as l’occasion….et tu écris très bien ce que tu ressens, et ça , cela peut te permettre de faire passer ce blues qui t’envahit parfois …avec la méditation, le yoga, etc….
Effectivement, la méditation est une aide à l’apaisement…je devrai la pratiquer plus souvent 😇
Le blues, ça arrive même au paradis! Hihihi mais le fait d’aller marcher et de continuer à méditer fait déjà des miracles. Y a plus qu’à profiter de quelques activités payantes aussi pour être sûre du 100%!
Continues d’etre curieuse des lieux et des gens dans le respect, le partage et la confiance en toi….❤️❤️❤️
Beautiful photos and thoughts! Can’t wait to hear what comes next! Love you!
Happiness and peace are always around the corner 😍
Xoxoxo